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A continuación te presentamos un listado de las mejores frases de Santiago Ramón y Cajal. Haciendo clic sobre ellas puedes ponerles nota y compartirlas.
Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia.
La verdad es un ácido corrosivo que salpica casi siempre al que la maneja.
Santiago Ramón y Cajal fue un científico español nacido el 1 de mayo de 1852 en Petilla de Aragón, España. Fue uno de los más grandes científicos de la historia, y fue el primer científico en recibir el Premio Nobel de Medicina en 1906. Cajal fue un niño prodigio, y comenzó a estudiar medicina a la edad de 15 años. Se graduó de la Universidad de Zaragoza en 1873, y luego se trasladó a Madrid para completar su formación médica. Durante su tiempo en Madrid, Cajal se interesó en la investigación científica y comenzó a estudiar el sistema nervioso. En 1887, Cajal fue nombrado profesor de Histología en la Universidad de Barcelona. Durante este tiempo, desarrolló una nueva técnica de microscopía llamada tinciones de Golgi, que le permitió estudiar el sistema nervioso de forma más detallada. Esta técnica le permitió descubrir que el sistema nervioso estaba compuesto por células individuales, lo que ahora se conoce como neuronas. Esta descubrimiento fue uno de los más importantes de la historia de la ciencia, y le valió el Premio Nobel de Medicina en 1906. Durante su carrera, Cajal también desarrolló una teoría sobre la plasticidad cerebral, que sostiene que el cerebro es capaz de cambiar y adaptarse a nuevas situaciones. Esta teoría fue una de las primeras en sugerir que el cerebro no es una estructura estática, sino que puede cambiar y adaptarse a nuevas situaciones. Esta teoría ha sido una de las bases para el desarrollo de la neurociencia moderna. Además de su trabajo científico, Cajal también fue un gran escritor. Escribió numerosos libros sobre su trabajo científico, así como sobre la historia de la ciencia y la medicina. También escribió una autobiografía, titulada Recuerdos de mi vida, que fue publicada en 1934. Cajal murió el 17 de octubre de 1934, a la edad de 82 años. Su trabajo científico y sus escritos han influido en la ciencia moderna, y su nombre sigue siendo una de las figuras más respetadas en la historia de la ciencia.