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Santa Catalina de Siena fue una mística y doctora de la Iglesia Católica, nacida en Siena, Italia, el 25 de marzo de 1347. Fue la 24ª de los 25 hijos de Giacomo di Benincasa y Lapa Piagenti. Su padre era un comerciante de lana y su madre era una mujer muy devota. Desde muy joven, Santa Catalina mostró un gran amor por Dios y una profunda devoción a la Virgen María. A los siete años, se retiró a una habitación en su casa para dedicarse a la oración y a la meditación. A los 16 años, se unió a la Tercera Orden de San Francisco, una orden religiosa que se dedicaba a la vida espiritual. Durante los siguientes años, Santa Catalina se dedicó a la oración y a la meditación. También comenzó a escribir cartas a los líderes religiosos y políticos de su época, instándolos a la unidad y a la reconciliación. Estas cartas se han convertido en una de sus principales obras. En 1375, Santa Catalina tuvo una visión de la Virgen María, quien le dijo que se uniera a la Orden de los Dominicos. Aceptó la invitación y se unió a la orden. Durante los siguientes años, viajó por toda Italia predicando la palabra de Dios. En 1380, Santa Catalina fue elegida para representar a la ciudad de Siena en una reunión de los líderes de la Iglesia Católica. Durante la reunión, Santa Catalina habló con el Papa Urbano VI y le instó a reconciliarse con los líderes de la Iglesia que se habían separado de él. En 1381, Santa Catalina fue canonizada por el Papa Urbano VI. Desde entonces, se ha convertido en una de las santas más veneradas de la Iglesia Católica. Santa Catalina de Siena fue una mujer muy devota y una gran defensora de la Iglesia Católica. Fue una de las primeras mujeres en ser canonizada por la Iglesia Católica y fue la primera mujer en ser declarada Doctora de la Iglesia. Además de su devoción a Dios, Santa Catalina también fue una gran defensora de los derechos de la mujer. En sus escritos, defendió el derecho de las mujeres a recibir educación y a tener una voz en la Iglesia. Santa Catalina también fue una gran defensora de los pobres y los marginados. Durante su vida, ayudó a los pobres y a los enfermos, y se dedicó a la caridad. Santa Catalina de Siena murió el 29 de abril de 1380. Su cuerpo fue