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Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá
Harold Macmillan fue un político británico que sirvió como Primer Ministro de Gran Bretaña entre 1957 y 1963. Nació el 10 de febrero de 1894 en Londres, hijo de una familia de la aristocracia británica. Estudió en el Eton College y luego en el Balliol College de Oxford, donde obtuvo una licenciatura en Historia. Durante la Primera Guerra Mundial, Macmillan sirvió como oficial de la Royal Artillery y fue herido en la batalla de la Somme. Después de la guerra, se unió al Partido Conservador y fue elegido diputado por Stockton-on-Tees en 1924. En 1935, fue nombrado Ministro de Estado para el Comercio Exterior y luego Ministro de Estado para la Guerra en 1939. Durante la Segunda Guerra Mundial, Macmillan fue nombrado Ministro de Estado para el Desarrollo de la Producción Civil y luego Ministro de Estado para la Reconstrucción. Después de la guerra, fue nombrado Ministro de Estado para la Reforma Social y luego Ministro de Estado para la Vivienda. En 1951, fue nombrado Ministro de Estado para los Asuntos Exteriores. En 1957, Macmillan fue elegido Primer Ministro de Gran Bretaña. Durante su mandato, se llevaron a cabo importantes reformas sociales, como la Ley de Vivienda de 1957, la Ley de Educación de 1944 y la Ley de Salud de 1946. También se llevaron a cabo importantes reformas económicas, como la Ley de Precios y Salarios de 1959 y la Ley de Impuestos de 1961. Durante su mandato, Macmillan también se comprometió a mantener la unidad de Gran Bretaña con el resto de Europa. Esto se reflejó en su discurso de 1959 en la Universidad de Zurich, en el que afirmó que el destino de Gran Bretaña está ligado al destino de Europa. En 1963, Macmillan fue obligado a dimitir como Primer Ministro debido a un escándalo de corrupción. Después de su dimisión, se retiró de la vida política y se dedicó a escribir sus memorias. Murió el 29 de diciembre de 1986, a la edad de 92 años. Aunque Macmillan fue un político conservador, fue un gran defensor de la educación y la cultura. Durante su mandato, se crearon numerosos museos y galerías de arte, y se estableció el Consejo de Educación para el Reino Unido. También fue un gran defensor de la literatura, y fue el primer Primer Ministro en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1962.