Las mejores frases de Gertrudis Gómez de Avellaneda

Biografía de Gertrudis Gómez de Avellaneda

Gertrudis Gómez de Avellaneda fue una poeta, novelista, dramaturga y ensayista cubana del siglo XIX. Nació el 23 de marzo de 1814 en la ciudad de Camagüey, Cuba. Fue una de las primeras escritoras cubanas en publicar obras literarias. Gertrudis fue la hija de una familia de clase media. Su padre, José María Gómez, era un abogado y su madre, María de Avellaneda, era una mujer culta y de buena posición social. Gertrudis fue educada en casa por su madre y por una institutriz francesa. Estudió latín, francés, italiano, inglés, historia, geografía, música y dibujo. A los dieciséis años, Gertrudis publicó su primer poema, La niña de Guatemala, en el periódico El Iris de La Habana. Esta fue la primera de muchas publicaciones que haría durante su vida. En 1835, Gertrudis se casó con el abogado y político cubano Francisco de Armas y publicó su primera novela, Sab, en 1841. Esta novela fue un éxito y se convirtió en una de las obras más leídas de la época. En 1844, Gertrudis publicó su segunda novela, La hija del aire, que fue un éxito aún mayor que su primera novela. Esta novela fue una de las primeras obras de la literatura cubana en ser traducida al inglés. Gertrudis también escribió varias obras de teatro, entre ellas La loca de la casa (1845), El caballero de las espuelas de oro (1846) y El caballero de las botas de hierro (1847). Estas obras fueron muy populares en su época y se representaron en varios teatros de Cuba. Además de sus obras literarias, Gertrudis también fue una importante figura política. En 1848, fue elegida diputada al Congreso de la República de Cuba. Durante su mandato, se opuso a la esclavitud y defendió los derechos de la mujer. Gertrudis murió el 8 de enero de 1873 en La Habana. Fue enterrada en el Cementerio de Colón, donde se le rindió homenaje con una gran ceremonia. Gertrudis Gómez de Avellaneda fue una de las primeras escritoras cubanas en publicar obras literarias. Su trabajo fue una importante contribución a la literatura cubana y a la lucha por los derechos de la mujer. Su legado sigue vivo hasta el día de hoy.