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A continuación te presentamos un listado de las mejores frases de Francisco de Quevedo y Villegas. Haciendo clic sobre ellas puedes ponerles nota y compartirlas.
Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.
Dijo la rana al mosquito desde una tinaja; más quiero morir en el vino que vivir en el agua....
Siempre se ha de conservar el temor, mas jamás se debe mostrar.
Francisco de Quevedo y Villegas fue uno de los escritores más importantes de la literatura española del siglo XVII. Nació en Madrid el 15 de septiembre de 1580, hijo de Pedro Gómez de Quevedo y Francisca de Villegas. Estudió en el Colegio Imperial de Madrid y luego en la Universidad de Alcalá de Henares. A los dieciséis años, Quevedo se unió a la caballería de los tercios de Flandes, donde luchó contra los holandeses. Durante su estancia en Flandes, Quevedo escribió su primera obra, una comedia titulada El Retablo de las Maravillas. Esta obra fue un éxito y le abrió las puertas de la corte española. En 1605, Quevedo fue nombrado caballero de la Orden de Santiago y fue ascendido al cargo de caballero de la Orden de Calatrava en 1608. En 1613, fue nombrado caballero de la Orden de Alcántara. Durante su vida, Quevedo escribió numerosas obras, entre las que destacan sus poemas satíricos, sus obras de teatro y sus ensayos. Sus obras más conocidas son La Vida del Buscón, El Buscón, La hora de todos, El Sueño de la Muerte, El Buscón llamado Don Pablos, El Sueño de la Razon produce monstruos y El Buscón llamado Don Pablos. Además de escribir, Quevedo también fue un gran poeta y un destacado miembro de la corte española. Fue uno de los primeros en usar el verso libre en la poesía española y fue uno de los primeros en usar el lenguaje coloquial en sus obras. Aunque Quevedo fue un gran escritor, también fue un gran bebedor. Se dice que bebía hasta diez botellas de vino al día. Esto le llevó a la ruina financiera y a la muerte prematura. Murió el 8 de septiembre de 1645, a los 65 años de edad. A pesar de su muerte prematura, Quevedo dejó una gran huella en la literatura española. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas y han sido adaptadas a la pantalla grande y a la televisión. Su obra sigue siendo una de las más importantes de la literatura española.