Sensibiliza a tus hijos sobre la necesidad de ahorrar agua. Evita la compra de juguetes que requieran flujos constantes de agua.
Recuerda a tus superiores la necesidad de ahorrar agua en tu ambiente laboral. Si tienes la posibilidad, aconseja la educación en este sentido en los manuales y procesos de formación.
Apoya a los negocios que ahorren agua.
No dudes en avisar a los vecinos, autoridades locales y empresas de aguas de fugas sustanciales de agua.
Intenta promover conductas éticas de ahorro de agua en escuelas y ayuntamientos.
Apoya a proyectos que supongan la reutilización de aguas de desecho para jardinería…
Ayuda a sensibilizar a turistas y extranjeros que, provenientes de otras zonas con menos sequía, puedan no considerar el ahorro de agua un bien para la comunidad.
Incentiva a amigos y vecinos para que formen parte de una comunidad conciente de la necesidad de ahorrar agua. Promueve el apoyo de campañas de sensibilización en periódicos, tablones… y con tu ejemplo.
Consume el agua responsablemente como una manera de actuar digna. No gastes agua simplemente porque “alguien” paga la factura, por ejemplo cuando estas en un hotel…
Intenta hacer pequeñas nuevas acciones para ahorrar agua. No te preocupes si el ahorro es mínimo. Cada gota cuenta. Cada persona puede marcar la diferencia. Coméntalo a tus amigos, vecinos, compañeros de trabajo.