No abuses del agua para regar el césped. Como regla general, el césped sólo necesita ser regado cada 4-7 días en verano y cada 10-14 días en invierno. Tras una buena lluvia no necesita ser regado durante 2 semanas.
Riega el césped por la mañana temprano, cuando la temperatura es baja y no hace a penas viento. Así se reducirá la evaporación del agua.
No permites que tus aspersores mojen también la calle, caminos y aceras.
Utiliza sistemas de goteo que maximicen la eficiencia de tus riegos.
Revisa el sistema de goteo y temporizador regularmente para maximizar su eficacia. Ya existen sistemas de detección de lluvia que desconectan sistemas de riego automatizados.
No cortes el césped a muy baja altura; si el césped está algo más largo sus raíces serán mas profundas, estas aprovecharan mejor el agua y el tallo mantendrá mejor la humedad del suelo.
Evita el abuso de fertilizantes, estos aumentan los requerimientos de agua. Usa fertilizantes de liberación lenta de formas no hidrosolubles de Nitrógeno.
Utiliza humus y paja para mantener la humedad del suelo. Así, además te resultará más fácil controlar las malas hierbas que también competirán por el agua.
Utiliza céspedes, plantas y árboles autóctonos, una vez se estabilicen su crecimiento requerirán menos volúmenes de agua.
Agrupa las plantas con similares requerimientos de agua.
No uses la manguera para limpiar caminos y aceras.
Utiliza dispositivos en tu manguera que te permitan regular el flujo del agua, así como interrumpir inmediatamente el flujo cuando lo requieras. Luego cierra el grifo para evitar fugas que la manguera pudiera tener.
No dejes la manguera ni aspersores desatendidos. Algunas mangueras pueden verter más de 2000 litros de agua en unas horas. Si es necesario, utiliza temporizadores de cocina si es necesario como recordatorio.
Revisa mangueras, aspersores, y conectores regularmente.
Utiliza lavaderos de coches que reciclen el agua. Si lo lavas tu mismo, hazlo sobre el césped.
Evita instalar fuentes decorativas que no reciclen el agua. Sitúalas en zonas donde la evaporación sea mínima y el viento no sea fuerte.
Si tienes piscina, considera la instalación de los nuevos filtros ahorradores de agua. Un ciclo de limpieza de algunos filtros tradicionales pueden gastar entre 500-700 litros.