(21 de junio al 22 de julio)
Ligado a la madre y a la familia de origen se siente siempre atado a la infancia, al pasado, a los recuerdos. Con esfuerzo (y no siempre) es capaz de cortar el cordón umbilical y vivir de forma autónoma su propia vida. El carácter tiende a ser melancólico, introvertido, con miedo al futuro, que es vivido siempre como lo desconocido angustioso. Por esto el nacido bajo el signo de Cáncer prefiere la seguridad del pasado y se aferra a la tradición y a la familia. La falta de agresividad (caída de Marte) le hace poco inclinado a tomar iniciativas y a dejarse arrastrar por la acción.
El mundo de la realidad le atemoriza y ama refugiarse en el ensueño y en la fantasía. No posee el espíritu temerario de Aries ni la alegre inconsciencia de Géminis, pero suple estas faltas con una profunda intuición v una afinada sensibilidad, que le permite igualmente alcanzar sus metas. Condicionado por la Luna y su elemento, el agua, Cáncer se caracteriza por su humor inestable, inquieto, y por una continua alternancia de momentos de introversión y de entusiasmo. Susceptible y muy vulnerable, si es herido en su sensibilidad se cierra inmediatamente en su concha. El cangrejo cubierto por su resistente caparazón y siempre alerta para huir ante el peligro expresa perfectamente el carácter del signo.
Es un soñador, un sentimental, un sensible, un imaginativo, inclinado a lo esquizoide, al autismo, a la sumisión pasiva y femenina, en primer lugar a la madre y después al mundo.
Es, al mismo tiempo, un introvertido, un Narciso, contemplativo, lírico, imbuido del sentimiento de su persona, soñando su vida o viviendo su sueño. Es, también, un elegíaco, un romántico que ama lo maravilloso, lo fantástico, los cuentos de hadas.
Todo esto lo hace la compañía ideal para quien quiera compartir su vida con alguien de esas características.
Los signos del Zodíaco, Cáncer.